En
un aula suelen convivir alumnos con características y necesidades diferentes:
desde niños que aprenden más deprisa que el resto, pasando por otros que
presentan dificultades de aprendizaje o atención hasta llegar al alumnado que
proviene de culturas diversas o de entornos socioeconómicos diferentes. Todos
ellos deben adquirir unos conocimientos, habilidades y competencias concretas y
relativamente homogéneas.
Los profesionales de la educación son los encargados los de introducir las estrategias de aprendizaje en el currículum escolar, para que el alumnado aprenda a utilizarlas desde los primeros años de la escolarización teniendo en cuenta sus características, sus necesidades y su ritmo de aprendizaje.
Los profesionales de la educación son los encargados los de introducir las estrategias de aprendizaje en el currículum escolar, para que el alumnado aprenda a utilizarlas desde los primeros años de la escolarización teniendo en cuenta sus características, sus necesidades y su ritmo de aprendizaje.
Las
escuelas, cada vez más, reflejan en las aulas la diversidad que existe
en la sociedad. El profesorado de Educación Primaria y Secundaria a menudo se
encuentra con alumnado que presenta dificultades para realizar actividades o
interiorizar los conocimientos del currículum escolar. Estas dificultades se traducen
en falta de motivación, velocidad lenta en la ejecución de las tareas,
distracciones, disrupción, apatía, etc.
Pero no sólo el alumnado aporta diversidad en el aula; la estructura, origen, cultura y dinámica de las familias o la organización, estilos educativos, recursos, proyectos, etc. de los centros son factores que contribuyen a diversificar el proceso formativo.
Para hacer frente a esta situación existen muchas técnicas, metodologías y estilos de enseñanza, ellas hacen énfasis en la necesidad de que el alumnado participe de forma activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ajustándolo a sus necesidades, capacidades y objetivos personales.
Pero no sólo el alumnado aporta diversidad en el aula; la estructura, origen, cultura y dinámica de las familias o la organización, estilos educativos, recursos, proyectos, etc. de los centros son factores que contribuyen a diversificar el proceso formativo.
Para hacer frente a esta situación existen muchas técnicas, metodologías y estilos de enseñanza, ellas hacen énfasis en la necesidad de que el alumnado participe de forma activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ajustándolo a sus necesidades, capacidades y objetivos personales.
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